lunes, 1 de julio de 2013

"IN THE COURT OF THE CRIMSON KING" UNA OBRA DE ARTE OLVIDADA

El álbum "In the court of the Crimson King", ópera prima del conjunto inglés King Crimson, del año 1969 ha caído en el olvido para mucha gente. Ya sólo se escuchan obras del rock progresivo como Close to the edge de Yes (álbum que debería ser aún más celebrado), Aqualung de Jethro Tull o el inolvidable The Dark Side of the Moon de Pink Floyd. Pero King Crimson ya no se escucha. En 1969 se publicó este, el primer álbum completo de rock progresivo, que daría pie a cientos de álbumes de gran calidad. A pesar de que se habían realizado ya temas claramente progresivos, como A quick one while he's away de The Who, o algunas canciones del mítico Revolver de los Beatles, este álbum de King Crimson consiguió romper con todo. El magnífico diseño de la portada, que nos adelanta el carácter estrambótico, vanguardista, terrorífico y poético de las canciones, corrió a cargo de Barry Godber, que realizó un trabajo impecable. El rostro del exterior nos representa al "twenty-first century schizoid man" del que nos habla el primer tema del álbum: un hombre aterrorizado y demacrado ant e una sociedad futura que no pintaba bien. En el interior, el "rey carmesí", pues así es la traducción del nombre del grupo en español, en posición del "pantocrátor" (o Maiestas Domini) aunque con ciertos matices: el pantocrátor del arte bizantino, símbolo del Creador y Redentor, mantiene la misma posición en la mano derecha, pero sobre la izquierda suele sostener los Evangelios o Sagradas Escrituras (el Libro de la Vid en el caso de los Maiestas Domini). Sn embargo en la representación del álbum, parece que nos ofrece algo a nosotros, o nos invita a pasar, o que nos ofrece el mismo álbum en el que el aparece representado como un Evangelio o algo sagrado. Sin embargo es un rey triste. Miren sus ojos. "¿Me está dando el poder la felicidad?" parece que nos esta diciendo. El arte pictórico de este álbum es cuando menos sugerente y misterioso.

En lo referente a lo musical, nos encontramos ante un álbum brillante a la par que visionario. Basándose en el jazz más clásico nos encontramos con improvisaciones y largos periodos instrumentales de la calidad más alta en canciones como Moonchild. En primer lugar, nos encontramos con la canción 21st century schizoid man, con influencia del hard rock del momento; parece que al principio oímos ciertas máquinas, de vapor o algo así, propias del mundo de Metropolis, la obra de Fritz Lang. Sin previo aviso, la guitarra de Robert Fripp (quien se convertiría en el líder del grupo a partir del siguiente álbum In the wake of Poseidon) irrumpe con una gran distorsión, siguiendo una escala que rememora en cierta manera algún tema del blues. Una voz, la de Greg Lake (quien más tarde se marcharía a Emerson, Lake and Palmer con ganas de seguir en el "mundillo" del rock progresivo, aunque esta banda terminaría siendo más comercial con temas como Lucky man, Jerusalem From the beginning), que nos enumera una serie de imágenes de lo más tétrico, que auguraban un futuro realmente espantoso. Las tres estrofas comparten una misma estructura. El primer verso esta compuesto por dos imágenes, como "death seed blind man's greed" ("semilla de la muerte la avaricia del hombre ciego"), absolutamente inconexas y de caracter surrealista. los segundos versos se componen de una única imagen, como "Neuro-surgeons scream for more" ("los neurocirujano gritan pidiendo más") o "Politicians' funeral pyre" ("pira funeraria de los políticos"). Los terceros versos como "Innocents with napalm fire" ("inocentes violados con fuego de napalm") o "nothing he's got he really needs" ("nada de lo que tiene realmente lo necesita"), están constituidos por una frase con un cierto sentido gramatical. Y todos los cuartos versos rezan: 21st century schizoid man (El hombre esquizoide del siglo veintiuno). Esta canción es, para mi, la más brillante del álbum, por lo rompedor y poético, así como por el aspecto musical. Las dos siguientes canciones, I talk to the wind y Epitaph, están dotadas de ritmo mucho más lento y cadencioso así como de una letra mucho más etérea y que no se refiere necesariamente al futuro. Lo instrumental de la primera está tocado por una serie de instrumentos de viento que consiguen hacer de la armonía de la canción algo realmente melódico. La percusión de la segunda es realmente brillante y está muy cuidada y medida. 

En la cara segunda del álbum los encontramos con la canción Moonchild la canción de carácter más vanguardista del álbum. Esta canción tiene un largo periodo instrumental, como ya se ha comentado, de carácter jazzistico. La parte cantada, comparte grandes similitudes con los dos temas anteriores. La última canción In the court of the Crimson King es posiblemente la canción más aclamada de la banda inglesa (y no de manera injustificada) y cierra el álbum majestuosamente, y nunca mejor dicho. El riff temático de la canción fue interpretado por Ian McDonald con un mellotron. Los últimos sonidos de la canción sin embargo están repletos de terror y miedo hacia ¿un futuro incierto? (¡válgame la redundancia!).


J.M.C.

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