domingo, 18 de agosto de 2013

EN DEFENSA DE MI GENERACIÓN

Vayamos directos al grano. La tesis que me propongo defender es la siguiente: mi generación no es ni mejor, ni peor que otras. 

Aclaremos los términos de esta afirmación. Con mi generación me refiero a la gente nacida en el año 1995 (el mío) y "tres o cuatro años a la redonda"; esto es, el intervalo entre el año 91 y el 99, aproximadamente. Con "ni mejor ni peor" me refiero a esas críticas que hablan de "la generación ni-ni" que ni estudia ni trabaja, o de la mala educación de dicha generación, de la falta de preparación, u otra sarta de estupideces.


TALKIN’ ‘BOUT MY GENERATION


Al expresar la rabia, violencia, o ánimo de cambiar el mundo de "los mayores" es inevitable hacer referencia  a dos temas del rock: My Generation de The Who y The Times They Are A-Changin' de Bob Dylan. Ambas concentran gran parte de la energía juvenil que este artículo pretende condensar. La primera fue supuestamente escrita por el gran Pete Townshend el día de su 20 cumpleaños. La letra, agresiva, contiene versos de la categoría del ya famoso “I hope I die before I get old” (Ojalá me muera antes de envejecer) al tiempo que los coros repiten “Talkin’ bout my generation” al puro estilo del Rythm and Blues. La segunda fue compuesta por Dylan a la edad de 23 años, y concentra un estilo mucho más poético, y acompañada por una música más bien al estilo folk. La primera estrofa de la canción, que resume el tema de esta, reza “Come gather round people / wherever you roam / and admit that the waters / around you have grown /  and accept it that soon / you’ll be drenched to the bone / If your time to you / is worth savin’ / then you better start swimming / or you’ll sink like a stone / for the times they are a-changin’” que viene a ser “Venid, reuníos / allá donde vagueis / y admitid que las aguas/ que os rodean han crecido / y aceptad que pronto / estaréis calados hasta los huesos / Si vuestro tiempo / es algo que os merece la pena aprovechar / Será mejor que empecéis a nadar/ u os hundiréis como una piedra/ pues los tiempos están cambiando” Estos versos se me antojan incontestables, y son la mejor defensa, de cualquier generación, sea la época que sea, pues estas canciones resultan, inmortales.

TALKIN’ ‘BOUT MY GENERATION

Para aquellos que se meten con mi generación, por su educación, sus formas (esto es, al fin y al cabo, su ética y su moral), su poca preparación u otros temas, hay dos cosas que debo decir: la primera es que es mentira. En cierta ocasión, un profesor que en su momento no valoré, nos dio muestras de ello. Nos leyó tres citas de tres personajes históricos relacionados con el ámbito intelectual, de gran importancia, al estilo de Sócrates u Tomás de Aquino (no recuerdo si eran estos) que se metían con todos esos aspectos mencionados, de las generaciones jóvenes. Esa crítica a los nuevos tiempos, es algo normal, pero no por ello legítimo. Nuestra idiosincrasia, no es ni peor ni mejor, sino diferente. Y en caso de que si fuese peor, ¿es acaso nuestra culpa? La respuesta a esta estúpida pregunta, es un rotundo NO, y me remitiré al mismísimo Sartre, en su cita más famosa “la existencia precede a la esencia”, frase que resume brutalmente el existencialismo filosófico francés. ¿Y a que viene esta cita ahora? Vamos a por ello. Definamos brevemente “esencia” como la quididad (quidditas), término acuñado por Tomás de Aquino, lo que define a un ser. Tomás de Aquino afirmaría que en Dios, la esencia y la existencia coinciden, pues su forma de ser, es la propia existencia: “No puede no existir. Explicará la contingencia del ser humano de una manera similar: la existencia y la esencia no coinciden, pues a él no le define la existencia. Sartre, que es a lo que íbamos, diría esa frase, que viene a significar, que el hombre carece de naturaleza (quididad). Esto es, que el ser humano primero, es. Lo único que lo define es la contingencia, y la libertad (“estamos condenados a ser libres” diría también en otra de sus famosas citas). Así, el hombre no está dotado de una estructura moral propia, sino que adoptará la que le han enseñado. He aquí el quid de la cuestión: partiendo de la suposición de la absurda crítica que oigo constantemente sobre la mala educación de los jóvenes, se podría afirmar sin dudarlo que no es culpa de otra persona, que de los propios críticos, que no han sabido educar.


TALKIN’ ‘BOUT MY GENERATION


El profeta Dylan dirá: "Vamos madres y padres / de toda la tierra / No critiqueis / lo que no podeis entender /  Vuestros hijos e hijas / están fuera de vuestros dominios / Vuestro viejo camino / está envejeciendo rápidamente. / Por favor salid del nuevo / si no podéis echar una mano / Pues los tiempos están cambiando”. Aquí y ahora debo decir que si traduzco estos versos, no es  como  protesta de  la educación  que  he  recibido  por  parte de mis  padres,  pues  la hallo impecable. Esos “mothers and fathers” de la canción, no se refieren únicamente a los progenitores, sino a aquellos que no aceptan que los tiempos están cambiando.

TALKIN’ ‘BOUT MY GENERATION

Este artículo va dedicado a todos aquellos que tachan de impresentables a aquellos jóvenes que lo único que tienen es una maravillosa energía, a esos señores o señoras recién salidas de la peluquería que no se apartan cuando algún chico se les cruza por la calle (“que se aparte él, que pa’ eso es joven”), a aquellos trabajadores de distintos establecimientos que tratan con mucho menos respeto a los jóvenes, a aquellos revisores de tren que piden mayoritariamente el ticket a jóvenes, y que por suerte se lleva una decepción cada vez que no puede ponerme una multa, o a aquellos padres que quieren cumplir sus propios sueños a través de las vidas de sus hijos no dejándoles hacer lo que quieren. A todos ellos, les pido aire, libertad, y menos intransigencia, pues los tiempos están cambiando.

TALKIN’ ‘BOUT MY GENERATION

J.M.C.


AGRADECIMIENTOS: TODA la gente que pueda sentirse identificada con este panfleto que me acabo de marcar, a Bob Dylan, Pete Townshend, a John Entwistle por tocar el bajo de esa manera como solo el lo hacía, a Keith Moon por tocar la batería como un auténtico helicóptero, a Roger Daltrey por poner voz a algunas de las mejores canciones de la historia, a John Lennon por inspirarme a cambiar el mundo desde la paz, la palabra y la comprensión (lo siento John, esto último no lo acabo de llevar muy bien), a Keith Richards por ser un auténtico Benjamin Button: el joven más viejo del mundo, el auténtico Peter Pan, pues nunca uno debe de olvidarse de “como ser niño” y a Federico García Lorca, que un día como hoy del año 1936, fue asesinado, cerca de un olivo, en Granada. Gracias.

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